CITADELLE
Fue a finales del siglo XVIII cuando los franceses Carpeau y Stival fundaron una destilería en Dunkerque, ciudad portuaria que destacaba como puerta de entrada a gran parte del tráfico mercante procedente de Oriente. A la ciudad llegaban multitud de hierbas y especias diferentes. Este fue uno de los factores determinantes para elaborar Citadelle, en la que se emplearon 19 botánicos diferentes que recorrían la ruta marítima de las Indias.
Hoy en día se respeta aquella receta original, con 19 componentes diferentes, aunque el proceso de producción ha sido mejorado gracias a la mejora de la tecnología. En 1989 se trasladó la destilería a la región de Coñac, donde los maestros de Pierre Ferrand perfeccionaron su proceso de elaboración en pequeños lotes.
Su proceso de elaboración comienza con una triple destilación tradicional de trigo y agua en alambique de cobre. El objetivo de este proceso consiste en lograr un alcohol neutro puro al que luego se le añaden las 19 características de Citadelle que se incorporan de forma individual antes de la cuarta destilación. Se realizan infusiones de los 19 elementos por separado para que no pierdan sus propiedades dando como resultado una de las mejores ginebras del mundo.
El resultado final es una ginebra de sabor complejo, aunque muy equilibrado. Muy aromática y fresca en la que descubrimos notas cítricas y de enebro. Su paso por el paladar es suave y elegante, disfrutando de un largo final. La botella de Citadelle nos recuerda sus orígenes portuarios y mantiene vivos los 19 elementos que componen su exclusiva receta: Enebro, cilantro, piel de naranja, cardamomo, regaliz, pimienta, ajedrea, hinojo, iris, canela, almendra, casia, angélica, granos de paraíso, comino, nuez moscada, corteza de limón y anís estrellado.