Barbãr (8%)

 

La Barbãr, de aspecto turbio y color rubio, presenta una espuma densa, cremosa y muy consistente.

El aroma es inconfundiblemente el de la miel, dulce y a su vez floral. Como casi todo el azúcar se transformó en alcohol durante las dos fermentaciones, la Barbãr no sabe dulce, pero tiene un amargor equilibrado, aunque, aunque, como su aroma, el posgusto es a miel.

Beberse una Barbar es un descubrimiento en sí. Y… si al mismo tiempo refuerza el ánimo y fortalece el cuerpo del bebedor… pues mucho mejor.
La Cervecería Lefèbre de Quenast ha recuperado una vieja tradición, volviendo a los primeros tiempos de nuestra era, con su cerveza Barbãr.
Julio César intentaba conquistar La Galia y se encontró con lo que ahora es Bélgica, que fue un pueblo que le impidió durante mucho tiempo proclamarse dueño de toda la Galia (y este pueblo no era el de Asterix y Obelix).
Sobre ellos escribe en su libro «De Bello Gallico»: «De los galos, los belgas son los más bravos, viven de la pesca y la caza, juegan a los dardos y beben cerveza de miel».
A la cerveza de miel se le llama «el alivio del guerrero» porque les daba fuerza y ánimos para seguir combatiendo contra sus enemigos.
La Barbãr ha nacido de una mezcla secreta y armoniosa de malta, lúpulo y mieles cuidadosamente seleccionados por el maestro cervecero. Su nombre refleja que era el elemento secreto que hacía tan temibles a los enemigos de los romanos, o sea, todos los bárbaros.
Su aspecto turbio, su color dorado y su corona de espuma densa son los apetitosos aspectos visuales que atraen al guerrero cansado, ayudándole a reponer sus fuerzas y ánimo.
www.brasserielefebvre.be